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¿Qué es? ¿Cómo funciona? ¿Cómo puedo beneficiarme de esta ley? ¿Porque a mí no me funciona? Estas y otras preguntas se nos pasan por la cabeza cuando oímos hablar de la ley de la atracción.
La ley de la atracción es una ley que se cumple siempre, tanto para lo bueno como para lo malo. Todo el mundo vive bajo esta ley, pero no todo el mundo es consciente de ello.
Cuando empiezas a ser consciente de que hay algo más, cuando te das cuenta de que el mundo que nos rodea simplemente es un puñado de átomos vibrando en sintonía con lo que se percibe en nuestra propia mente. Cuando tú sabes realmente que tú eres el centro de tu propio universo, la ley funciona a tu favor.
Es a partir de ahí que nos damos cuenta de que nuestros pensamientos se convierten en hechos, o simplemente aparecen lo que llamamos sincronicidades. Vemos como esas sincronicidades van apareciendo cada vez más a menudo, hasta que nuestro propio universo está a rebosar de abundancia.
Lo que llamamos sincronicidades son oportunidades que aparecen en ocasiones, para que lo entendáis es eso que creemos que son casualidades, y que cuando suceden nos permiten alcanzar nuestros propósitos. Todo el mundo a lo largo de toda su vida experimenta sincronicidades pero muy pocos son conscientes de ello, ya que tienes que estar presente, tienes que estar muy alerta en el momento que te aparece una, para no dejarla escapar.
A mucha gente no les funciona la ley de la atracción, ¿Por qué?, aunque la aplican, en su mente continúan antiguos patrones, los cuales son difíciles de eliminar. Si durante 20 o 30 años tu forma de pensar era diferente a la de ahora, es normal que esos pensamientos vuelvan a la mente una y otra vez, es por eso que normalmente no se consigue avanzar.
Siempre recomiendo la meditación, ya que la meditación es ideal para aplicar la ley de la atracción. Imagínate un vaso de agua lleno de barro, hasta que no le echemos agua clara y a presión el barro no se va a ir del vaso, al principio el agua del vaso estará turbia, pero conforme vallamos echando agua el vaso se ira aclarando. Eso mismo sucede con nuestra mente, el barro son nuestros pensamientos negativos, son los que no nos dejan atraer lo que reamente queremos. Cuando usas la meditación para limpiar la mente te das cuenta de que tus sueños empiezan a cumplirse.
Es importante también saber: ¿qué es lo que quieres? ¿Es un deseo personal o espiritual?:
Los deseos personales son cosas materiales (un viaje, dinero, un coche), no te digo que no vayas a por ellos, pero primero tienes que aceptar una realidad, un deseo material no te van a traer la felicidad. Tienes que aceptar que la felicidad material dura un instante. Cuando hallas conseguido aceptar eso ves a por lo que deseas con todas tus fuerzas
Si el deseo que quieres es espiritual es todo lo contrario, la espiritualidad es servir a los demás, pensar más en los demás que en uno mismo, es ayudar al prójimo. La felicidad que aporta un deseo espiritual dura toda una vida.
Elijas el deseo que elijas ves a por él, no dejes que el miedo te paralice. Si sientes miedo aprovéchalo a tu favor, enfréntate a él, siéntelo hasta que pierda poder y ya no pueda hacerte más daño. Y por último ¡Diviértete y se feliz!
